PREGÓN DE LAS FIESTAS  DEL  BENDITO CRISTO DE LOS MILAGROS

Buenas tardes/noches:

En primer lugar, me voy a presentar por si alguien no me conoce. Me llamo Jesús Díez y nací en este pueblo hace ya setenta años.

Para los más mayores soy Jesús, el hijo de Benito el alcalde, para otros, Jesús el piloto y para los más jóvenes, Jesús el de Mariángeles la de Reinoso o el padre de Inés y Miguel. Con todas estas pistas supongo que ya me habréis identificado.

No sé qué habrá motivado a este Ayto. a hacerme el honor de dar el Pregón de las fiestas, habiendo personas más cualificadas que yo y seguro que con buenas dotes para la oratoria.

Cuando Juan Carlos y Javier en nombre de la Corporación me propusieron dar el pregón de las fiestas, lo primero que les dije fue : “¿No tenéis a otra persona para darlo, que a mí no me gusta esta exposición al público?”, pero tardé cinco segundos en decirles que sí, pues no me podía negar al ver la complicidad con la que los dos trabajan, poniendo por encima de los intereses partidarios que representan, los intereses de nuestro pueblo.

Siendo alcalde José Ignacio Marín, me comunicó en su día el deseo de que mi padre diese el pregón de las fiestas. Naturalmente le agradecí el detalle, pero debido a su avanzada edad le dije que no se encontraba en condiciones de hacerlo. Como es de bien nacido el ser agradecido, quiero hacer partícipe de este pregón a mi padre Benito, alcalde de Villaviudas durante muchos años, en tiempos difíciles que creo hemos superado felizmente. Reivindico su legado y le doy las gracias por haber contribuido a poner en el mapa a nuestro pueblo.

Dar el pregón no entraba en mis planes, así que haré todo lo posible para que sea breve y sobre todo para que no os aburra.

A los nueve años, después de pasar por las escuelas (entonces estaban de maestros Doña Jose con los párvulos, Doña Celia y Doña Eustasia con las más mayores y Don Luis y Don Mauro con los chicos), me llevaron a estudiar fuera; y fuera estuve hasta que en el año 1986 decidí regresar al pueblo para hacerme agricultor.

Siempre estuvo rondando en mi cabeza el poder dedicarme a la agricultura, pero mis padres, con buen criterio, hicieron los mayores esfuerzos para que todos mis hermanos estudiásemos una carrera.

Hice la carrera militar como piloto, habiendo testimonios que lo avalan.

Preguntad a José Casero por el par de surcos de remolacha que le sacamos con las ruedas del avión o a los maestros de la época que me decían:

“Jesús, cada vez que pasas con el avión por las escuelas, se me escapan los niños al patio”.

Después pasé unos años en la aviación civil y por fin tomé la decisión, que creo fue acertada, de venirme al pueblo a labrar las tierras de mis padres.

Me resultó relativamente fácil pues conté con unos buenos maestros, Ventura Carazo, Miguel Galán, y Román Cantera (Romancito) a los que guardo un gran cariño, aunque ya no estén con nosotros.

Y cómo no recordar a mis padres que tanto tuvieron que aguantarme, al final, creo,  estarían orgullosos de la decisión que tomé, a su pesar.

Tengo muy buen recuerdo de los primeros años de esta nueva etapa, estaba soltero, con ganas de juerga y me encontré con una pandilla de gente que eran la horma perfecta para mi zapato. Basta con recordar las meriendas en las bodegas de nuestros queridos Baudi y Pepe, las fiestas en el Garito que siempre rematábamos con una queimada y con la declamación por parte de Agustín de la poesía que comenzaba así: ¡¡Gemma, ¡¡qué buena que estás!!  que ya le hubiera gustado componer al mismísimo Gustavo Adolfo Bécquer. O también en LA BARANDA de Baltanás donde la entrada de la pandilla parecía la invasión de los hunos con Pablo al frente descamisado.

Jesus Díez pregonero 2022

Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un par de reflexiones que espero os lleguen a todos:

1ª.- LA VIDA EN EL PUEBLO.-

Soy un defensor de la vida en el pueblo, entendida como tal, no como destino de fin de semana o vacacional, aunque estas no sean incompatibles.

Vivir en el pueblo exige ciertos sacrificios (limitaciones que no voy a enumerar para no desanimar a nadie), que hay que estar dispuestos a asumir pero que en cambio nos proporcionan un bienestar que sería difícil conseguir en otros ámbitos.

Vivir en el pueblo no es solo ser agricultor o ganadero, hay muchas funciones que necesitan ser desarrolladas:

  • Tenemos una escuela con doce chiguitos y dos profesores que no tiene nada que envidiar a cualquiera de la ciudad. Por cierto, animo a las parejas jóvenes para que contribuyan a su mantenimiento aportando la mayor cantidad posible de alumnos. Recientemente en el homenaje a D. Félix Díez Mateo, se nos recordó la importancia de la escuela en los primeros años de nuestra vida; pues ya sabéis jóvenes, a trabajar para que la escuela no se cierre.
  • Parece ser que por fin vamos a disfrutar de la fibra óptica para Internet que nos ayudará a que alguien se anime a venir a instalarse en el pueblo.
  • Tenemos una residencia que, gracias al esfuerzo de este ayuntamiento, cubre las necesidades de nuestros mayores.
  • Unas piscinas que fueron pioneras en el Cerrato y que nos alivian de los rigores del verano.
  • La tienda de Andrés y la de Belén que nos llenan a diario la cesta de la compra.
  • La farmacia de Raquel que nos cuida con mimo rellenando los pastilleros de los abuelos.
  • El bar de Jose y María, ineludible punto de encuentro donde damos rienda suelta a la “sin hueso”
  • La miel y el queso de Manuel con fama internacional.
  • El vino de Paco, el hermano de Rafilla con ese sabor afrutado de las tierras del Pozuelo.
  • La manicura de Silvia la hija de Basilio.
  • Las pomadas de la nieta DELAPURA.
  • La peluquería, (se nos jubiló la Tere), mira por dónde alguien se puede animar y montar una.
  • Las entidades bancarias nos han dado la espalda cerrando la oficina de Caja España pero no podíamos esperar otra cosa de ellos. Sé que se está buscando una solución que cubra al menos el vacío dejado a nuestros mayores.
  • No me olvido de las empresas Jaigo,  Cantera y Germán que ya le están haciendo sombra al mismísimo Florentino Pérez con su empresa ACS.

Este es un pequeño repaso de los servicios que disponemos y disfrutamos (alguno se quedará en el tintero) y, por si fuera poco, no solemos hacer colas, no tenemos atascos ni problemas para aparcar. (Eso sí, quitando el mes de agosto).

Me gusta ir por la calle y decir hola o buenos días a la gente que me cruzo.

Me gusta ir al bar y poder charlar con cualquiera pues todos somos conocidos.

Lo que sí echo de menos (por los tiempos que corren) es ir a visitar a un vecino y encontrarme la puerta abierta de su casa dando la sensación de que estás en la tuya como cuando éramos chiguitos.

Si queremos seguir disfrutando de nuestra vida rural tenemos que luchar juntos y no esperar a que vengan de fuera a solucionarnos los problemas. A los políticos se les llena la boca con el eslogan de la manida frase de la ESPAÑA VACIADA o la DESPOBLACIÓN  pero a fin de cuentas somos nosotros con nuestro trabajo los que debemos sacar esto adelante, sin escatimar esfuerzos en colaborar para mejorar las cosas, con un espíritu crítico pero constructivo. A los de fuera también les pido que arrimen el hombro para que el pueblo crezca y puedan seguir disfrutando de él.

Un ejemplo que nos puede animar a esa colaboración es la asociación TOJANCO que, con su fiesta de las Lilas, la chocolatada de San Juan y demás actos que promueve dan algo más de vidilla a este pueblo.

Villaviudas presume de ser un pueblo acogedor con los forasteros y me gustaría que esto se trasladara a nuestros convecinos, alegrarnos de sus éxitos; no ver en él un competidor sino un colega, respetar las ideas y creencias de cada uno, porque nadie es más que nadie, ayudarnos en los momentos difíciles y lograr una convivencia exenta de envidias y malos rollos.

2ª.- HISTORIA/TRADICIONES/RECUERDOS.-

Con los años me he dado cuenta de que estamos perdiendo gran parte del recuerdo del pasado a la par que nuestros mayores van desapareciendo, también se están perdiendo los antiguos oficios, el poco patrimonio que nos queda. Por ello llevo algunos años intentando recuperar lo que mis posibilidades me permiten. Todo lo que he podido conseguir me encanta compartirlo.

Desde aquí os hago un ruego para que conservéis todo lo que podáis y lo compartáis, con el tiempo os daréis cuenta de que mereció la pena.

Fruto de ese afán de conservar cosas, un día me encuentro esto que os muestro a continuación. Es la camiseta de la peña El Zorro que en el año 1975 formamos un porrón de gente y algunos se acordarán de ello. Desgraciadamente al año siguiente desapareció, pero creo que fue el origen de las peñas que a posteriori se fueron formando en Villaviudas. (Si me permitís la colocaré junto al resto).

En estas fiestas que son del BENDITO CRISTO DE LOS MILAGROS, me da mucha pena ver cómo de año en año esta figura va perdiendo relevancia y apenas encontramos voluntarios para sacarlo en procesión y considero que desde un punto de vista religioso, esta figura nos sensibiliza y nos pone en contacto con valores que podrían ser tanto cristianos como musulmanes o de otras religiones, incluso ateos: la bondad, el respeto, la empatía, la humildad o la solidaridad son valores comunes sobre los que se sustenta una sociedad más justa.

Como ocurre con EL CAMINO DE LAS LILAS que este año, por fin, ha recibido un impulso en la concienciación de todos (se hicieron tres jornadas de voluntariado,   que también sirvieron de convivencia) y aunque no han resultado muy positivas por la dichosa pertinaz sequía,  espero que al año que viene no flaqueemos y podamos seguir mejorándolo.

Ahora que tengo el micrófono a mi disposición quiero poner un poco en aprietos al Ayuntamiento y pregunto ¿QUÉ HACEMOS CON LA ERMITA? Ya sé que el dinero escasea y las necesidades aumentan, pero no la podemos olvidar. ¡HAGAMOS ALGO!

Aguantad que ya me queda poco.

Me considero una persona muy afortunada pues he conseguido casi todo lo que me he propuesto.

Tengo una familia que adoro y un entorno de amigos envidiable que han sido mi apoyo constante, por lo que no me queda más remedio, ahora que estoy jubilado, que devolver a la sociedad parte de lo que me ha regalado.

Ya, por último, y haciendo un poco de abuelo cebolleta, quiero dar un consejo a los jóvenes (yo también lo fui), que sois los verdaderos protagonistas de estas fiestas: “No busquéis la inmediatez de las metas que queréis conseguir, trabajadlas sin descanso, no os rindáis que en pequeñas dosis todo sabe mejor.

No sé lo hondo que habrá calado el mensaje que he querido transmitir y perdonad si he sido muy pesado, pero estas son las cosas que tiene el hacerse mayor, uno pierde las vergüenzas, el sentido del ridículo y dice lo que le apetece.

Lo que os diré a continuación no es de mi cosecha, pero coincido plenamente con ello y por eso me atrevo a copiarlo.

“Alegraos, que con esta fiesta ha llegado el momento de la alegría. Saludaos unos a otros como si fuera la primera vez o como viejos amigos. Abrazaos, bailad, cantad y reíd. Dejaos llevar por la música, romped por unos días la monotonía de todo el año, de forma que la explosión de vuestra alegría no tenga más límite que el del respeto a los demás. Un pueblo que sabe divertirse a fondo, en paz y armonía, es un pueblo culto y sabio.

Yo os deseo que sean estas las mejores fiestas que haya disfrutado Villaviudas, que se graben en la memoria de todos para que su recuerdo alivie la morriña de los que tendrán que irse de nuevo y anime a los que se queden a seguir trabajando juntos, a aparcar las diferencias para conseguir una villa más habitable y feliz.”

Disfrutad de estos días de fiesta que después de la dichosa pandemia, seguro, nos lo merecemos.

¡VIVA EL BENDITO CRISTO DE LOS MILAGROS!

¡VIVA VILLAVIUDAS!

¡VIVA LA FUNCIÓN!

Villaviudas, 16 de septiembre de 2022